El pasado miércoles 3 de julio, líderes digitales de destacadas organizaciones pudieron disfrutar de una cena debate en el restaurante La Txulapona en Madrid durante la mesa redonda "Dynamic Data in Motion" organizada por CIONET Spain como parte del Road Show de CIONET por Francia, Alemania, Holanda, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos y España en colaboración en colaboración con BT y Cisco. El objetivo de esta mesa fue conocer la evolución del papel de IT dentro de diversas organizaciones y profundizar en las estrategias de adopción de la nube y en la importancia del dato de calidad, soberano y seguro para conseguir una transformación digital eficiente.
Cuando la transformación digital se limita a IT, corre el riesgo de centrarse únicamente en la implementación de herramientas y sistemas sin abordar cómo estas tecnologías impactan al negocio en su conjunto. La tecnología es un habilitador, pero no es un fin en sí misma. Si bien las soluciones tecnológicas pueden mejorar la eficiencia y optimizar los procesos, sin una integración adecuada en la estrategia de negocio y sin un enfoque en las personas y los procesos, los beneficios serán limitados. La verdadera transformación digital implica repensar cómo funciona la organización en todos los niveles, y eso requiere la participación de todas las áreas.
Uno de los temas recurrentes en la mesa redonda fue la descentralización de la tecnología en las empresas y su integración más cercana al negocio. En la organización de uno de los participantes experimentaron un cambio radical en su enfoque hace apenas dos años y medio: el CTO se acercó más al negocio, entendiendo que las decisiones que afectan a la cuenta de resultados no podían tomarse de manera aislada. El rol de la tecnología se ha transformado, enfocándose más en el "cómo" se implementan las soluciones, en lugar del "qué", y alineándose directamente con la estrategia empresarial.
Por otro lado, la globalización de la tecnología en empresas multinacionales plantea retos únicos, especialmente en organizaciones con una estructura tradicional y B2B. En uno de los casos discutidos, se destacó la decisión de una empresa de migrar de un modelo B2B a un B2B2C, lo que ha implicado la gestión de legacys masivos y una transición hacia la nube. La complejidad de operar en numerosos países añade capas de dificultad, especialmente en términos de comunicaciones y cumplimiento normativo. En este escenario, las decisiones tecnológicas están frecuentemente condicionadas por criterios financieros, lo que genera un entorno muy diverso.
Otro de los puntos de debate fue la creciente importancia del rol del CIO en la estrategia empresarial. Se observa una tendencia en la que el CEO asume también funciones de CIO, lo que subraya la importancia crítica de la tecnología en el éxito de una compañía. La evolución del rol de IT ha sido notable, pasando de un departamento de soporte a convertirse en un catalizador para la productividad y la viralización del negocio en las grandes multinacionales.
En la carrera por la transformación digital, la mayoría de las organizaciones presentes han optado por una estrategia Cloud-First, priorizando la migración de sus operaciones a la nube como paso fundamental hacia la modernización. Sin embargo, este camino enfrenta diversos desafíos, especialmente para aquellas organizaciones que aún están ancladas a infraestructuras legacy, heredadas de épocas anteriores. Estas infraestructuras tradicionales, aunque han sido el pilar sobre el que se han construido muchas compañías, ahora se presentan como una barrera para la agilidad y la innovación necesarias en un entorno cada vez más competitivo y dinámico.
El desafío para los líderes digitales es monumental: desplegar una plataforma digital moderna que no solo cumpla con las demandas actuales del negocio, sino que también esté alineada con las necesidades del mercado y del departamento de IT, todo ello garantizando el cumplimiento de las rigurosas normativas sobre soberanía y privacidad de los datos. En un mundo donde los datos son un activo esencial, gestionar adecuadamente esta información es tan crítico como asegurar el cumplimiento normativo.
En este panorama, se estima que solo el 20% de los datos empresariales residen en la nube, mientras que el 80% restante se encuentra disperso en fábricas y entornos de OT, donde se lleva a cabo el trabajo físico y las operaciones industriales. Este escenario presenta diversos desafíos, particularmente en lo que respecta a la latencia, la fiabilidad y la seguridad de los datos.
Viabilidad, seguridad y rendimiento
Para abordar estos retos, los líderes digitales están adoptando diversas estrategias de plataformas digitales. La primera clave es la hibridación de la infraestructura, es decir, combinar soluciones en la nube con sistemas on-premise. Esto permite una transición más suave, donde las empresas pueden seguir aprovechando sus inversiones legacy mientras migran gradualmente hacia tecnologías más avanzadas. Esta flexibilidad es vital para mitigar riesgos y mantener la operatividad durante la transformación.
Otra estrategia emergente es la adopción de plataformas de integración, que facilitan la interoperabilidad entre las aplicaciones legacy y las nuevas soluciones en la nube. Estas plataformas permiten que los datos fluyan sin problemas entre sistemas antiguos y modernos, creando una arquitectura tecnológica más coherente y eficiente.
La nube ofrece flexibilidad y eficiencia, pero las restricciones de datos en diferentes países exigen un manejo cuidadoso. Para uno de los participantes, China, por ejemplo, representa uno de los escenarios más complejos debido a su normativa particular. Para las empresas presentes en múltiples mercados, desarrollar soluciones en la nube ha sido una ventaja competitiva, evitando la complejidad de gestionar infraestructuras individuales en cada país. Por otro lado, el uso de infraestructuras en la nube, puede suponer una complicación para el cumplimiento normativo cuando los datos se distribuyen en centros de datos ubicados en diferentes países.
Seleccionar las soluciones adecuadas es otro aspecto crucial para lograr una transformación digital exitosa. La flexibilidad es un principio rector: las empresas necesitan plataformas que puedan escalar según las demandas del mercado, adaptarse a nuevas tecnologías y ser lo suficientemente ágiles para evolucionar con el tiempo. Al mismo tiempo, minimizar el riesgo es esencial. Esto significa optar por soluciones que ofrezcan una seguridad robusta y que estén diseñadas para cumplir con las regulaciones más estrictas, incluyendo aspectos como la gestión de datos y la privacidad.
El valor del dato está definido por su calidad, soberanía, flexibilidad y control de la latencia porque estos factores determinan cómo los datos pueden ser utilizados de manera efectiva por las organizaciones. La calidad garantiza que las decisiones basadas en datos sean precisas y confiables; la soberanía asegura que los datos se gestionen de acuerdo con las regulaciones, protegiendo tanto a la empresa como a sus clientes; la flexibilidad permite que los datos se adapten a nuevas oportunidades y desafíos; y el control de la latencia asegura que los datos sean procesados y utilizados en el momento correcto, maximizando su valor en tiempo real. Juntos, estos factores permiten que los datos no solo sean una herramienta útil, sino un activo estratégico crucial para la competitividad empresarial.
La calidad de los datos se ha convertido en una prioridad, y la implementación de data lakes ha facilitado la unificación de indicadores en las distintas unidades de negocio. No obstante, para todos los presentes, el verdadero valor del dato no reside simplemente en su recopilación, sino en su capacidad para ser cruzado y analizado de manera transversal. Este cruce de datos permite ofrecer una experiencia única a los clientes, aunque las limitaciones de seguridad y compliance siguen siendo un desafío importante.
Las nuevas organizaciones, sin la carga de sistemas legacy, enfrentan sus propios retos. La compra de nuevas empresas con sus propios sistemas de datos puede complicar la unificación de la información. La adopción de data lakes se presenta como una solución poderosa, pero la seguridad y el cumplimiento normativo limitan su explotación plena. A pesar de estas dificultades, la posibilidad de gestionar los datos de manera eficaz abre nuevas oportunidades para ofrecer valor a los clientes.
Inteligencia Artificial y datos
La inteligencia artificial también ha emergido como un factor determinante en la transformación digital. Con el cambio de los hábitos de consumo, las organizaciones no tienen opción más que adaptarse. Sin embargo, la introducción de la IA en el proceso de transformación digital no debe verse como un fin en sí mismo, sino como un habilitador que permite mejorar la atención al cliente y la eficiencia interna. La clave está en saber qué palancas activar y cómo combinar las tecnologías existentes con las nuevas.
La introducción de la IA agrega una capa adicional de complejidad a la privacidad de los datos, ya que depende en gran medida de la recopilación y el análisis de grandes conjuntos de datos para generar resultados precisos y relevantes. Sin embargo, el uso de estos datos plantea preguntas importantes sobre la privacidad y la ética, especialmente cuando se utilizan datos sensibles o personales. Las organizaciones deben asegurarse de que sus algoritmos de IA cumplan con las normativas de privacidad, evitando sesgos y asegurando que los datos sean procesados de manera ética.
La presión para gestionar los datos de manera segura y sostenible nunca ha sido tan alta. Con la convergencia de IT y OT, la oportunidad de mejorar la eficiencia operativa y la seguridad de los datos se presenta como un reto clave. Para uno de los presentes, la preparación para la adopción de la IA requiere un enfoque integral basado en cuatro parámetros: estrategia, infraestructuras, datos y, sobre todo, personas. La gestión del talento y la cultura organizacional son fundamentales para asegurar el éxito de la transformación digital.
La mesa redonda "Dynamic Data in Motion" dejó claro que la transformación digital es un proceso complejo que va mucho más allá de la mera implementación de nuevas tecnologías. Implica repensar cómo funciona la organización en su conjunto, integrando la tecnología de manera estratégica en todos los niveles y asegurando que los datos se gestionen de manera eficaz, segura y conforme a las normativas. El papel de IT ha evolucionado de ser un soporte técnico a convertirse en un catalizador clave para la productividad y la competitividad empresarial. Las decisiones sobre la adopción de la nube, la gestión de datos y la implementación de la IA deben estar profundamente alineadas con la estrategia de negocio para que la transformación digital sea verdaderamente efectiva.
En este contexto, se estimó que solo el 20% de los datos empresariales residen en la nube, mientras que el 80% se encuentra en fábricas y entornos de tecnología operativa (OT), lo que presenta desafíos significativos en términos de latencia, fiabilidad y seguridad de los datos. La necesidad de seleccionar soluciones adecuadas que garanticen flexibilidad y seguridad, mientras se minimizan los riesgos, fue identificada como crucial para una transformación digital exitosa.
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