El futuro del mundo virtual es tremendamente incierto, pero hay una cosa clara. La nube ha ganado la batalla. Lo que comenzó hace más de una década como una mera tendencia se ha convertido en el caballo ganador. Las bondades de las soluciones Cloud han ido reclutando adeptos sin remisión año tras año. La pandemia marcó incluso un punto de inflexión al acelerar una implantación que hoy es ya imparable.
El gran activo de los servicios Cloud es que no dependen de la instalación de un servidor físico. En su lugar, utilizan una red de servidores remotos conectados a Internet con el fin de almacenar y procesar bases de datos, software, redes y todo tipo de archivos. Este servicio, ofrecido por diferentes proveedores, resulta extremadamente atractivo para todo tipo de compañías.
Pero, ¿Qué le depara la posteridad a la nube? ¿Ha alcanzado ya su apogeo o se expandirá todavía más en los años venideros? ¿Se convertirá en un requisito para las empresas que operan en el mundo virtual? Todas estas cuestiones, y muchas más, serán abordadas por algunos de los mayores expertos en la materia de España e Iberoamérica en Cloud Quest.
Un foro híbrido (presencial y digital) de alto nivel y vocación muy práctica organizado por CIONET Iberoamérica y que se celebrará en Madrid los días 29 y 30 de marzo.
Mientras no llega ese día, en CIONET hemos decidido detenernos en algunas de las tendencias Cloud del momento, temas estructurales que tendrán un gran protagonismo en la jornada que estamos preparando. Aquí os dejamos seis de las tendencias sobre la nube:
El acceso remoto desde diferentes dispositivos, el aumento del almacenamiento contratado en función de las necesidades, la garantía de evitar la pérdida de datos si sucede un incidente… Estas son algunas de las múltiples ventajas de la nube, que atraen a toda clase de usuarios y empresas.
No es de extrañar que cada vez sean más las organizaciones que se rinden ante estas ventajas. Y no solo porque facilitan la colaboración entre los empleados. La unificación de los servicios en la nube también posibilita la integración entre las distintas herramientas y aplicaciones.
En consecuencia, el número de migraciones a la nube se incrementará en gran medida durante los próximos años. El traslado de los datos desde los servidores privados locales hasta los servidores Cloud es un reto para la gran mayoría de compañías e instituciones, que buscan aliados que faciliten y agilicen este proceso. Este crecimiento de la demanda se reflejará en un aumento de las empresas que ofrecen estos servicios.
De la mano de esta oportunidad de negocio vendrá la especialización, pues muchas de ellas se enfocarán en una fase del proceso, herramienta o aplicación específica, para diferenciarse de su competencia. Los nuevos perfiles profesionales encargados de llevar a cabo estas labores serán muy valorados por las compañías, que lucharán por atraer y retener el talento más competente. El mercado se reforzará, logrando establecerse definitivamente en todos los ámbitos. Y este sector experimentará un auge formidable.
El 5G jugará un papel importante en este aspecto. Al necesitar una conexión constante, la nube precisa de unos requisitos técnicos que hasta hace poco no estaban disponibles en el mercado. Pero con la incorporación de las redes 5G por parte de la mayoría de empresas y hogares, esto ya está cambiando. Ahora sí se dispone de la velocidad de carga indispensable para ejecutar los programas y servicios Cloud, por lo que más y más compañías se animarán a apostar por ellos.
Tradicionalmente, las aplicaciones se desarrollaban de forma convencional, y posteriormente era necesario adaptarlas para su buen funcionamiento en la nube. En la actualidad, esto está cambiando. Ha surgido un nuevo modelo de desarrollo de software, basado en diseñar las aplicaciones para su ejecución directa en la nube. Así es como nacen los conceptos de native Cloud y las native cloud applications (NCA).
Hoy en día, ya no se busca que las aplicaciones sean compatibles con la nube, sino que se persigue que estén diseñadas de manera específica para este entorno. Pero esto no es un movimiento fortuito. Los sistemas Cloud native son capaces de adoptar cambios de forma rápida y a gran escala. Además, acarrean mejoras en velocidad, reduciendo los tiempos de inactividad al mínimo. Todo esto se traduce en una experiencia más ágil y fluida para los usuarios.
Gracias al Cloud native se aprovecha todo el potencial de la arquitectura de computación en la nube. Las estructuras desarrolladas bajo este sistema favorecen la flexibilidad organizativa, disminuyen la complejidad de escalar los servicios de IT, reducen los costes del hardware y permiten el acceso desde cualquier localización o dispositivo.
En el futuro, la mayoría de las aplicaciones desarrolladas aparecerán directamente bajo la forma de NCA. No solo para reducir los tiempos en sus procesos de diseño. Si están hechas a medida para la nube, mejorará considerablemente la experiencia de usuario de aquellos que las emplean.
El desarrollo constante de la nube trae consigo la aparición de nuevos conceptos, como la nube híbrida o la arquitectura multi-Cloud. Ambos se están haciendo un hueco importante en el sector, y en el futuro pasarán a tener un rol todavía más protagonista, por lo que es importante conocerlos y comprender cuándo pueden entrar en juego.
El término hybrid Cloud hace referencia a la combinación del Cloud público con el privado. Es una solución reciente que ofrece a las compañías la posibilidad de compatibilizar la privacidad y el control de la nube privada con el bajo coste de la nube pública. Se caracteriza por la flexibilidad, pues las aplicaciones y datos pueden fluir con facilidad entre ambos entornos.
No obstante, no se emplea en todas las situaciones. Si la demanda de datos que experimenta una organización aumenta por encima de las capacidades del centro local, sí se puede recurrir a la nube para escalar los recursos. De este modo, se da una respuesta ágil al cliente sin que sea necesario adquirir nuevos dispositivos. En determinadas ocasiones, la apuesta por la nube híbrida puede venir determinada por el cumplimiento de la normativa o de las exigencias del negocio.
Si bien en la nube híbrida existe cierta integración o cooperación entre ambos servicios, no es el caso de la perspectiva multi-Cloud. En este otro modelo, una empresa contrata diferentes servicios de nube pública a distintos proveedores, pudiendo alquilar también un servicio de nube privada. A pesar de que se sacrifica esa colaboración, la organización cuenta con mayor libertad, dado que puede escoger el proveedor que considere más oportuno para cada situación.
La nube no tiene techo. Una vez completada la migración, todavía hay posibilidades de optimizar los procesos empresariales. El avance constante de las tecnologías se asegura de que siempre haya espacio para la innovación. Y en estos momentos está comenzando la era de las automatizaciones en la nube.
Con la introducción de la inteligencia artificial y el machine learning, la automatización de tareas es cada vez más sencilla. La implementación de estas soluciones reduce los tiempos de gestión y libera a los empleados de las labores rutinarias, que pueden dedicar su trabajo a resolver cuestiones de mayor valor.
La automatización también contribuye a la reducción de costes y al aumento de la eficiencia. Además, relega los errores debidos al factor humano al pasado. Dado que estas tecnologías se basan en el aprendizaje y la repetición de patrones, las posibilidades de cometer un fallo se minimizan.
Aún no es posible automatizar todos los procesos y labores de las organizaciones, pero no cabe la menor duda que el futuro avanza en esta dirección. Sin embargo, el talento humano siempre va a ser necesario. Los puestos de trabajo no corren riesgo de desaparecer, sino que evolucionarán a perfiles que comprendan y manejen a la perfección estas tecnologías, para perfeccionarlas y personalizarlas en función de las necesidades de cada cliente.
En los primeros años de la nube el objetivo a perseguir era el aumento de la eficiencia. Sin embargo, hay un factor que lo está desplazando. Los peligros del mundo virtual se toman cada vez más en serio. Las compañías están levantando muros de protección robustos para hacer frente a estas amenazas, los usuarios reclaman garantías de privacidad y la legislación castiga a aquellas organizaciones que no implantan medidas de seguridad.
Desgraciadamente, el avance de las tecnologías no solo beneficia a los consumidores y las marcas. Los crackers también se aprovechan de ellas para acceder de manera ilícita a la información de las empresas, con el fin de hacer un uso fraudulento de estos archivos.
Sufrir robos y ataques es tremendamente perjudicial para las firmas. No solo se arriesgan a la pérdida de ventas y potenciales clientes, sino que es un golpe a su reputación e imagen de marca, que se verán gravemente dañadas. Por este motivo, la preocupación de los directivos por la ciberseguridad solo irá en aumento.
Si bien la nube es la opción más segura, en el futuro se implementarán todavía más refuerzos y parches, con el fin de resguardar los datos y evitar cualquier posible brecha de seguridad. El cifrado de datos, los backups y las estrategias SASE o ZERO comenzarán a ser servicios muy demandados por las compañías. La ciberseguridad va a ser la protagonista en todos los aspectos y procesos.
Los avances de la computación en la nube han dado lugar al nacimiento del XaaS (también conocido como Everything as a Service). Las empresas que desarrollan su actividad en este ámbito aprovechan las ventajas de la computación en la nube para ofrecer todo tipo de servicios a sus clientes. Hoy en día, es posible contratar prácticamente cualquier servicio a través de la nube.
De esta forma, no es necesaria la construcción y mantenimiento de instalaciones para dar soporte a estos servicios por parte de las compañías. Se recurre a partners fiables para externalizarlos, liberando a la empresa de esta labor. Si los proveedores son competentes y eficaces, la organización experimentará una mejora técnica, y sus resultados se verán magnificados.
XaaS es un término paraguas que engloba tres principales categorías: el SaaS, PaaS e IaaS. Al mismo tiempo, estas se dividen en múltiples subcategorías. Cuanto más se baje en estos escalones, más específico será el servicio ofrecido, pues aumentará su nivel de especialización.
Estas 6 tendencias sobre la nube se abordarán los próximos días 29 y 30 de marzo en el Cloud Quest. Un evento de muy alto nivel organizado por CIONET que reúne a líderes digitales de España e Iberomérica para dar respuesta a estas y otras cuestiones. Los expertos compartirán su conocimiento para orientar a las empresas en la implantación de soluciones Cloud.
¿Te vienes?
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