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Infraestructura inteligente: el motor oculto que sostiene la IA

Written by Redacción CIONET Spain | August 08, 2025 @ 2:50 PM

La inteligencia artificial está redefiniendo el funcionamiento de las organizaciones, pero su despliegue a escala no depende únicamente de algoritmos o datos. La infraestructura digital juega un papel decisivo, y dentro de ella, la conectividad se convierte en un habilitador estratégico. El pasado 10 de julio, CIONET España organizó una mesa redonda en colaboración con Equinix bajo el título 'Infraestructura Inteligente: El motor oculto que sostiene la IA', en la que exploramos cómo las arquitecturas de infraestructura están evolucionando para satisfacer las demandas de la IA. Hablamos de escalabilidad, control de costes, rendimiento y seguridad, pero también de algo menos visible y cada vez más decisivo: la interconexión.

 

Infraestructura inteligente: el motor oculto que sostiene la IA

 

 

Infraestructura: la gran olvidada  en la narrativa de la IA

Cuando se habla de inteligencia artificial, el foco suele ponerse en los algoritmos, los modelos, la calidad de los datos o la potencia de los procesadores. Sin embargo, se presta poca atención a dónde y cómo se ejecutan esos modelos. La ubicación de las cargas, la latencia, la conectividad, la eficiencia energética o la capacidad de escalar son aspectos determinantes que dependen directamente de la infraestructura subyacente.

Como señalaron varios participantes, es necesario incorporar a los equipos de infraestructura desde el principio de cualquier estrategia de IA. No se puede plantear el desarrollo de soluciones avanzadas sin tener en cuenta si la organización está preparada para alojarlas, mantenerlas y escalarlas.

Interconexión: el pegamento del ecosistema digital

Una de las conclusiones unánimes del encuentro fue que el futuro no será ni completamente en la nube ni completamente on-premise. La infraestructura híbrida se ha consolidado como el modelo más flexible y realista.

La combinación de edge computing, cloud, entornos multicloud y centros propios permite adaptar cada caso de uso a las necesidades específicas. Hay cargas que requieren baja latencia y deben estar cerca del usuario, otras que necesitan alta capacidad de procesamiento en la nube, y otras que deben permanecer bajo control estricto por razones de seguridad o cumplimiento.

En este escenario complejo, la interconexión se convierte en un factor estratégico. Migraciones, fusiones, adquisiciones o simplemente la adopción de soluciones multicloud complican la gestión de las comunicaciones. Según se destacó en la mesa, soluciones como SD-WAN con múltiples operadores o los hubs de interconexión que ofrece Equinix permiten simplificar la arquitectura, reducir latencias y minimizar costes.

La conectividad ya no es solo una cuestión de rendimiento, sino también de seguridad. No se pueden separar las redes de los protocolos de protección del dato. Tener una infraestructura interconectada y segura es clave para sostener el crecimiento digital.

Pero la interconexión va mucho más allá de una simple conexión técnica. En un entorno en el que conviven múltiples nubes, entornos edge, centros de datos propios y aplicaciones distribuidas, se necesita una infraestructura capaz de garantizar flujos de datos fiables, rápidos y protegidos. La interconexión permite optimizar los caminos de datos, minimizar la latencia entre servicios y aplicaciones, y ofrecer resiliencia ante fallos localizados.

Desde un punto de vista de negocio, contar con un ecosistema interconectado también facilita la expansión internacional, la integración de adquisiciones tecnológicas, el cumplimiento normativo y la respuesta ágil ante picos de demanda. Es, en definitiva, una herramienta que aporta agilidad operativa y competitividad.

Además, la interconexión bien gestionada ayuda a mitigar los riesgos de dependencia de un solo proveedor, permite mover cargas entre plataformas con mayor eficiencia y facilita modelos de gobernanza de datos más robustos. En este sentido, es también un elemento clave para la soberanía digital y la estrategia tecnológica a largo plazo de cualquier organización.

 

 

Claves para un despliegue eficaz de la IA


La IA necesita espacio (y energía): retos físicos y eléctricos

En muchos casos, las solicitudes de despliegues avanzados de inteligencia artificial superan las capacidades disponibles en términos de infraestructura física y potencia energética instalada. Este tipo de peticiones son cada vez más comunes y ponen de manifiesto que los edificios corporativos no están diseñados para soportar las nuevas necesidades de espacio y consumo eléctrico que conlleva la IA.

En países como España, el sistema de distribución eléctrica podría no estar preparado para una demanda creciente vinculada a centros de datos de alto rendimiento. Surgen preguntas clave: ¿estamos planificando con suficiente antelación? ¿Hay capacidad de suministro para lo que viene?

Equinix, por su parte, está construyendo datacenters específicamente pensados para este tipo de demandas, lo que evidencia una apuesta por adelantarse a las necesidades futuras del mercado.

IA práctica, no espectacular: lecciones desde el terreno

Lejos de los discursos grandilocuentes sobre el futuro de la IA, las experiencias compartidas mostraron una tendencia hacia el pragmatismo. Los casos de uso que mejor han funcionado son aquellos diseñados para resolver problemas concretos de forma eficiente, no necesariamente para brillar tecnológicamente.

Las empresas más avanzadas están desarrollando arquitecturas propias de referencia y conectándolas con soluciones y APIs del mercado. En muchos casos, se aplica un enfoque FinOps para optimizar costes y evaluar el retorno real de la inversión en IA.

Gobierno del dato y privacidad: pilares de la IA sostenible

El dato es el combustible de la inteligencia artificial, pero no todos los datos son iguales ni deben tratarse de la misma manera. La gestión responsable de la información, su gobernanza, la privacidad y el cumplimiento legal fueron señalados como elementos centrales de cualquier estrategia de IA.

A menudo, los casos de uso se diseñan sin tener en cuenta la normativa vigente o los costes ocultos de manejar datos sensibles. Se insistió también en la importancia de distinguir entre entrenamiento e inferencia, y en que la mayoría de las iniciativas actuales no están vinculadas a IA generativa, sino a machine learning tradicional.

España ante la IA: despegue inminente y necesidad de conciencia

Aunque el uso intensivo de IA aún no ha calado profundamente en el tejido empresarial español, el interés es creciente. Las organizaciones comienzan a percibir la necesidad de prepararse, pero muchas aún no han hecho los deberes en términos de infraestructura, formación o estrategia.

Los expertos alertaron sobre la falta de conciencia respecto a los costes y condiciones que implica desplegar sistemas de IA a gran escala. En este sentido, la colaboración con partners tecnológicos y proveedores especializados puede marcar la diferencia.

 

Conclusiones

La IA no es magia. Es tecnología aplicada, y como tal, necesita una base sólida sobre la que operar. La infraestructura no puede seguir siendo un "motor oculto": debe ocupar un lugar central en las decisiones estratégicas de las organizaciones. Diseñar una infraestructura inteligente significa equilibrar rendimiento, sostenibilidad, flexibilidad y seguridad. Significa también tener la capacidad de adaptarse rápidamente a lo que viene. Porque el crecimiento de la IA no va a esperar, y solo estarán preparados quienes hayan construido desde hoy las bases para sostenerla mañana.

Recomendaciones finales

  • Incluir a los equipos de infraestructura desde las fases iniciales de cualquier estrategia de IA.
  • Planificar de forma realista las necesidades futuras de espacio, energía y conectividad.
  • Invertir en soluciones híbridas y sostenibles adaptadas a cada caso de uso.
  • Priorizar la interconexión como ventaja competitiva para operar en entornos complejos.
  • Establecer normativas claras y principios éticos para el uso de los datos.
  • Colaborar con partners que aporten valor y preparación ante los retos futuros.
  • Apostar por casos de uso concretos, escalables y alineados con los objetivos del negocio.

    La infraestructura no es el final del camino, es el principio. Y cuanto antes lo asumamos, más preparados estaremos para liderar la revolución de la inteligencia artificial.